El Servicio de Urología del Hospital General Quevedo, del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), implementó el método de cirugías prostáticas endoscópicas por fotoevaporación con Green Laser, uno de los procedimientos más eficaces para el tratamiento por agrandamiento de próstata, ideal para para pacientes que sobrepasan los 50 años y que presentan problemas de coagulación.
Este tipo de pacientes con frecuencia acuden a la cita urológica y reciben solamente tratamiento paliativo; ahora, con este novedoso procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo, las personas con síntomas urológicos de crecimiento prostático sintomático, dificultad para orinar nocturia (levantarse muchas veces a orinar durante la noche), mejoran notablemente su calidad de vida.
Francisco Bermúdez, líder del Servicio de Urología del Hospital General Quevedo, explicó que la técnica consiste en introducir, a través del conducto urinario o la uretra, una fibra que transmite un rayo láser, cuya longitud de onda lo transforma en color verde; el efecto del láser sobre el tejido prostático hace que se vaporice, por lo que no se tendrá muestra de tejido, ya que desaparece del tracto urinario.
“Al ser un procedimiento endoscópico tiene mayor ventaja sobre la cirugía abierta, garantiza menor estancia hospitalaria, menos molestias al paciente y es mucho más segura que otro tipo de cirugía prostática”, agregó el galeno.
Los beneficios que obtiene el paciente al someterse a esta intervención quirúrgica son: permite que tenga menos tiempo de uso de la sonda vesical posterior a la cirugía, con esta técnica son de 1 a 2 días y con el procedimiento convencional es de 7 a 10 días, además garantiza que el paciente tenga menos sangrado durante la operación y en el postoperatorio, por lo tanto va a tener una mejor recuperación.
La unidad médica invirtió alrededor de 100 mil dólares para la adquisición de los primeros 64 kits quirúrgicos para este procedimiento.
Cabe señalar que los hombres deben acudir a un chequeo periódico de la próstata a partir de los 50 años, salvo el caso de varones que tengan familiares en primer grado con antecedente de cáncer, ya sea un hermano o su padre, solo entonces se recomienda iniciar el chequeo a partir de los 45 años.